Parece friki, pero no lo es. Las variedades vegetales pueden estar protegidas, y se merecen toda la protección que la ley pueda otorgar a quien logra una variedad vegetal que mejora las preexistentes. Así ha sucedido en Jumilla, donde la Guardia Civil (en concreto el SEPRONA) detecto albaricoques de la variedad Albasol en cultivo sin la autorización o licencia del legítimo titular de la variedad. Lógicamente, antes de romper nada, la Guardía Civil tomo muestras a fin de averiguar si los frutos eran de la variedad protegida o no. A la vista de que no había riesgo de fuga ni de que los objetos a intervenir, bien enraizados, desaparecieran no se tomaron más medidas. Comprobada la ilicitud del cultivo, se procedió a intervenir los objetos, ahora sí, y a poner a disposición del Juzgado la correspondiente denuncia.