Porqué cada vez que los políticos acuden al estupendo Círculo Ecuestre de Barcelona tienen que dejar sus coches ocupando un carril de circulación de la calle Balmes. En ocasiones incluso con escolta policial. Lo encuentro indignante. Si el solo hecho de que tengan chofer cualquier mindundi que accede a un cargo político ya es de por sí escandaloso (si no fueran personajillos con aires de grandeza, no pedirían chofer) que encima los aparquen en la puerta del lugar en el que están comiendo todavía lo es más. Precisamente la gracia de disponer de vehículos con chofer es que te pueden dejar en la puerta del lugar al que vas sin necesidad de buscar previamente un aparcamiento. Luego, que se lleven el coche a un descampado. Ya les llamarán de vuelta cuando los necesiten. No, estos arribistas necesitan aparcar en la puerta y, además, disponiendo de un vehículo policial que los vigile. Claro, como nos sobran los policías. Y todo lo que hasta aquí he dicho lo he dicho en la convicción de que son políticos, porque si resulta que son empresarios o banqueros ajenos al ruedo político entonces ya es para cabrearse mucho.